jueves, 24 de enero de 2013

Capítulo 28

Bueno, antes de nada, decir que siento mucho haber estado desaparecida durante todo este tiempecillo D: estoy liada con las cosas de la Universidad, y ahora vienen los exámenes de Febrero, así que bueno... tardaré también un poco en subir el siguiente. Espero que no os importe y sigáis fieles a la historia ^^ Sin más, aquí os lo dejo.

Narra Chris


Vueltas sin sentido. Creo que ya he venido por aquí hace menos de un minuto, en mi persistente búsqueda de Sam.
¿Dónde se ha metido? Grito su nombre, pero no hay respuesta.
¿Dónde más me queda por buscar? He recorrido el internado de arriba a abajo: el edificio de chicos, el de chicas, los baños, el jardín... y dudo mucho que esté en el gimnasio.
¿Estará en su habitación? He llamado antes a la puerta, pero nadie me ha abierto. Quizás ha pasado de mí, porque tampoco sabía que era yo.
Resoplo, me revuelvo el pelo con la mano derecha y pienso en qué hacer ahora.
En el caso de que no esté en su habitación, algún día tendrá que volver, digo yo. Podría esperarla en el pasillo.
Tras tomar esa determinación, me doy la vuelta y echo a andar.





Maldita sea. Ahora me arrepiento de no haberle partido la cara a todos los subnormales que han estado haciendo daño a Sam. Pero, cómo no, ella no me deja. Debería dejar de ser tan buena y tan increíble con todo el mundo... menos conmigo.
Un cosquilleo me recorre el estómago. Sonrío. Sam me está convirtiendo en un sensiblero, menudo asco.
El edificio de chicas está desierto. ¿Qué pasa hoy? ¿Están todas consolando a Danna? ¿Hay rebajas en las tiendas?
En cuanto termino de subir el penúltimo peldaño de las escaleras que me llevan al pasillo donde está la habitación de Sam, algo me golpea el pecho.
Se me corta la respiración, pero logro agarrarme a la barandilla.
Desvío la mirada al pasillo. La bombilla que da luz a la estancia parpadea cada vez más débil. Trago saliva sonoramente cuando termina apagándose. Y no vuelve.
Respiro hondo con los ojos cerrados.
Chris, no seas paranoico. Sabes que este internado tiene más años que Matusalén, es normal que de vez en cuando se funda alguna bombilla.
Hinco los dedos en la barandilla, armándome de valor, y me impulso para subir el último peldaño.
Hay un silencio de ultratumba aquí. Al menos aún entra algo de claridad por el ventanal del pasillo...
Tiro de mi propio cuerpo, obligándole a avanzar. Pero siento como si mi alma se hubiera quedado atrás, aterrorizada y vulnerable. Siento que voy flotando hasta la puerta de Sam.
Respiro hondo de nuevo, trago saliva y golpeo la puerta de Sam con los nudillos una, dos y tres veces. En ninguna hubo respuesta.



-Joder-farfullo, deslizando mi espalda por la pared hasta llegar a sentarme en el suelo.



Flexiono las rodillas y apoyo la cabeza en la pared, observando la lámpara que, hasta hace unos minutos, iluminaba algo más el pasillo.
Aunque el escalofrío que me recorre el cuerpo trata de advertirme, yo ya lo he visto.
Mi voz se agota como quien cierra un grifo. Aunque trato de levantarme, gritar y huir, no puedo.
Ya es demasiado tarde.



Desde el final del pasillo, allí donde no hay salida, veo desaparecer una puerta. Y luego otra. Y otra...
Por el techo se desliza una enorme sombra tan oscura como el abismo. Baña y ahoga el pasillo lentamente.
Mis sentidos se agudizan, mi cerebro está tan paralizado que no puede reaccionar.
Sé lo que es esa sombra. Me informé sobre ello con Cristal. Es una señal de mal augurio.
La pesadez de esa sombra recae sobre mi cuerpo, clavándome al suelo, debilitándome, llevándose con ella toda la cordura que poseo, o poseía.
Ahora no soy más que un niño pequeño asustado y carcomido por el pánico.
Empiezo a llorar. Cada sollozo me desmorona un poco más, esperando a que la sombra se cierna sobre mí y me consuma.
Un ambiente gélido me arropa. Se me eriza la piel. Y, aunque esté muerto de frío, estoy sudando.
Mis sollozos, creo, cada vez son más audibles. Pero nadie viene a por mí, nadie me ayuda, nadie me encuentra.
Cierro los ojos cuando la sombra ya está, prácticamente, sobre mí.
Cuando vuelvo a abrirlos, siento que estoy flotando en el abismo. No hay suelo, no hay pared, no hay puertas... pero sí hay algo.
El pecho se me hunde, tratando de recoger algo de oxígeno, pero soy incapaz de respirar.
Le observo, y sé que él a mí también.
Calza unas deportivas. Unos pantalones vaqueros. Una camisa. Y... su cara...
Comienzo a hipar, a que mi intentos desesperados de respirar sean audibles. Ansiedad.
Punzadas en el corazón. Taquicardia. Mareos. Se me crispan los dedos de las manos, se me secan los labios, los ojos me escuecen por las lágrimas, pero los noto secos.


Siento mi cuerpo como una masa de carne, como si no tuviera huesos que me sostengan.
La falta de aire cada vez se hace más notable.
Y sólo puedo pensar en Sam. En si esta será la última vez que pueda evocar su imagen. Pienso en que ojalá la cuiden por mí, que la protejan como yo nunca supe hacer.
Noto como aquello se ríe de mí. Oigo su terrorífica voz burlándose de mí, y yo siento morir.
De pronto son sus brazos los que me sostienen. Son sus manos tocándome la cara, el pecho, el pelo.
Es su voz inflándome el pecho.
Sam me grita que qué me ocurre. Y quiero contestarle que lo único que ocurre es que la quiero.



-Chris, por favor, no me hagas esto, abre los ojos... -solloza, gritando.



Sus lágrimas me golpean el alma como si de un martillo se tratase.
Intento agarrar su mano, pero no puedo moverme.
Su pelo me roza la mejilla, y evoco su olor.
Su llanto cada vez es más alto y se me cae el mundo encima.
Me gustaría poder decirle que no se preocupe, que no me pasa nada... que con ella no puede ocurrirme nada. Que me protege. Que por favor no me deje. Que no me suelte, que yo tampoco lo haré... pero me tengo que conformar con pensarlo.
Ella, armándose de valor y coraje, intenta cargar con el peso de mi cuerpo... pero no lo consigue. Y me trae muchos recuerdos de hace bastantes años.
Mi cuerpo impacta contra el suelo levemente, gracias a Sam. Sus manos vuelven a recorrer mi cara con prisas, con nerviosismo.



-Vuelvo enseguida. Te lo prometo.



Y me deja.
Tranquila, te esperaré aquí. Sé que vas a ayudarme, confío en ti. Sólo tienen que enchufarme a esa máquina de oxígeno para ayudarme a respirar... y... luego...










Narra Sam



-¿¡¡¡A dónde se lo llevan!!!?
Mi propia voz me resulta extraña. Siento que no soy yo la que está gritando de esta manera.
Los brazos de Tom me rodean el abdomen, impidiéndome salir corriendo tras la camilla en la que se llevan a Chris.

-Al hospital, Sam... se lo llevan al hospital... -susurra Tom, con la voz rota en mil pedazos.
Bill, Jeydon, Georg y Gustav van junto a la camilla de Chris, y ayudan a subirla a la ambulancia.
Doy insistentes tirones de los brazos de Tom, pero me lo impide.
-¡¡¡Suéltame!!! -grito con tanta fuerza y desesperación que la voz me sale ronca.
Y logro desasirme de su prisión. Empujo a todos los alumnos del internado que se ponen en medio de mi camino sin ningún miramiento, y casi logro saltar dentro de la ambulancia de no ser porque el conductor de ésta me para a tiempo.
Me enfurezco. Me siento tan atacada y tan privada de estar con Chris que mi mente no puede soportarlo.
El conductor me agarra con fuerza, mientras yo pataleo, le araño, le grito, le insulto y todo lo que el shock me permite hacer. El conductor, ya harto, me empuja y yo caigo al suelo.
Me echo a llorar desde el suelo, viendo como Cristal entra en la ambulancia para acompañar a Chris al hospital, no sin antes dirigirme una mirada destrozada.

Las puertas traseras de la ambulancia se cierran antes de que yo pudiera mirar por última vez a Chris, y siento que sólo conservo la mitad de mi cuerpo.
Me tapo la cara con las manos y lloro con tanta amargura y tanta desesperación que me va debilitando por segundos.
Bill se tira de rodillas al suelo conmigo y me abraza con fuerza, queriendo succionar todo mi dolor.
Me siento tan perdida y abandonada que no logro darme cuenta de que todos han venido en mi ayuda.
Reconozco la voz de Ina viniendo hacia donde estoy yo.
Tom y Georg me levantan del suelo con esfuerzo, pues no soy capaz de sostener mi propio peso.
Bill, queriendo ayudar, releva el puesto de Georg y, junto a su hermano, son ahora mis muletas.
Ina, la orientadora rubia, se pone frente a mí y comienza a soltarme una retahíla de la que únicamente oigo esto:
-... estas cosas pasan. Chris tiene problemas de corazón y no es raro que tenga estos ataques. Pronto volverá...
Ni siquiera puedo seguir llorando. No soy capaz de reaccionar, de hablar, de moverme.
-Ina, Bill y yo llevaremos a Sam a su habitación para que descanse.-informa Tom, agarrándome con fuerza por la cintura.
-Creo que es mejor que los profesores nos la llevemos a la enfermería.
-La llevaremos nosotros. Podemos con ella.-protesta Bill.
Ambos hermanos discuten con Ina durante unos interminables minutos en los que yo voy perdiendo la sensibilidad y el razonamiento paulatinamente.
Por el rabillo del ojo, sin embargo, logro divisar a Elliot. Éste me hace señas para informarme de que después quiere hablar conmigo.
Yo no muevo un músculo.
Siento un hormigueo constante en las sienes, en las piernas, en los huesos... creo que voy a desmayarme.
Miro a Ina con los ojos casi cerrados por completo.
Algo parecido a un impulso hace que me encorve, lo que sobresalta a Tom y a Bill, que me sueltan. Caigo de bruces contra el suelo y apenas tengo un momento para incorporarme y vomitar.
-¡Joder! -grita Tom, consternado y agachándose rápidamente hasta donde estoy yo.
Bill reprime una arcada, pero me aparta el pelo para que no me lo ensucie.
Escupo al suelo para librarme de ese horrible sabor de boca. Respiro con dificultad, pues las lágrimas han vuelto a mí.
Me he manchado las manos. Reprimo una nueva arcada.
-Sam, vamos...-suplica Tom, agarrándome por el codo izquierdo e intentando incorporarme.
Las rodillas me flaquean, mis piernas son gelatina. Un gemido, mezclado con un sollozo, salen por mi garganta.
-Ina, por favor, nosotros nos llevaremos a Sam. Está fatal, tengo miedo de que le ocurra algo grave.-pide Bill, temblando.
-Llevadla. En un rato iré a ver cómo se encuentra.
Antes de que pudiera orientarme, Bill y Tom empujan mi cuerpo, ayudándome a caminar.
Noto la mirada de todos los estudiantes del internado en mi nuca, y oigo los murmullos de todos y cada uno de ellos, pero no tengo la fuerza de voluntad para entenderlos.
-Creo que es mejor que la lleve en brazos.-opina Tom, viendo que así avanzábamos muy poco.
-¿Podrás con ella?
-No pesa nada.
Bill me suelta para que Tom maniobre. De repente me encuentro en los brazos de éste último.
Apoyo la cabeza sobre su hombro y cierro los ojos, abandonándome al abatimiento, al agobio, al miedo...
Bill, sin embargo, acude a mi lado. Me besa la coronilla y me acaricia el pelo.
-Volverá pronto, Sam. Te lo prometo.-susurra.
En ese momento siento unas ganas irremediables de decirle cuantísimo le aprecio. A él, a Tom, a Georg y a Gustav.
Pero como era de esperar, no puedo. Le miro a los ojos. Tuerzo una mueca que pretendía ser una sonrisa, y seguidamente, dos lágrimas me recorren las mejillas.
Bill también suelta un par de lágrimas oscuras, y Tom me estrecha entre sus brazos.
Me abandono a su apoyo, aún sintiendo cómo un ataque de nervios está pendiente de un hilo.

Continuará.

3 comentarios:

  1. :( espero que no le pasa nada grave a Chris... pobre de el y sam oww los chicos son un amor, apoyandola... sube pronto no me dejes en ascuas por saber como siguen los dos
    sabes yo tengo una sospecha... no se que que tan en lo cierto o que tan errada este pero a mi me parece que Eliot tiene mas que ver de lo que aparenta... no entienco por que lo odiara tanto... y solo habla con Sam... pero bueno... que lindos ellos que se preocupan tanto.
    cuidate mucho
    bye
    besos

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  2. Desde luego este tipo de capítulos se leen con un nudo en la garganta... D:
    Los problemas del corazón no son ninguna tontería, espero que a Chris no le pase nada malo...
    Sam tiene suerte de tener tan buenos amigos y, aunque aun así lo pase mal, por lo menos tiene su apoyo y no está sola...
    En fin, como siempre, me ha gustado :P
    Besos :3

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  3. Dios, me eh leido cada uno de los capis y tengo que decir que son maravillosos!!
    Un beso espero con ansias el proximo!
    ¿Te pasas? *o*
    Te lo agradecere eternamente ^^
    http://unexpectedmadness.blogspot.mx/

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